jueves, 24 de marzo de 2022
Un día como hoy, hace 46 años, comenzaba una de las etapas más oscuras de nuestra historia. Un Golpe de Estado que no puede considerarse únicamente militar, ya que tuvo infinidad de cómplices civiles que, detrás de uniformes, ocultaron sus intereses.
La dictadura no vino únicamente a instaurar, a través de la tortura, la violación, la apropiación de bebés, el robo de identidades, la desaparición forzada de personas y otros delitos de lesa humanidad, el terrorismo de estado; sino que tenía el propósito de imponer un modelo económico que iba en contra de los derechos de las y los trabajadores y que al día de hoy sigue generando consecuencias en el pueblo argentino.
Las personas sometidas a ese oscurantismo no eran escogidas al azar. Se trataba de una generación de mujeres y hombres comprometidos con la comunidad, que creían que este país se podía cambiar y así construir una Patria diferente, para todos y todas.
No fue causal la persecución sufrida por aquellos y aquellas que tenían algún tipo de militancia política, entre los cuales se encontraban, las y los que tenían participación sindical, como nuestros compañeros judiciales Antonio Petricca, Maria Elena Peter, Miguel Santiago Bacasun, Domingo Alconada, Patricio Blas Tierno y Raul Alonso, ya que son las organizaciones gremiales uno de los principales diques de contención con los que se topan estos modelos de país que únicamente pueden generar pobreza y hambre.
Lo que nos guia es el amor, la lealtad, la justicia y el ejemplo de lucha de esos compañeros y compañeras que dieron su vida por una Patria más justa.
Sigamos el legado de esa generación llena de convicciones y valores, que nos ha dejado un sendero, que bien se representa en sus Madres y en sus Abuelas.
Por memoria, por verdad y por justicia decimos: ¡30.000 compañeras y compañeros detenidos desaparecidos, PRESENTES. Ahora y siempre!
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