jueves, 5 de octubre de 2023
Todos los que pudimos ver el debate presidencial este primero de octubre tuvimos el mal gusto de observar como el candidato a presidente por la Libertad Avanza, Javier Milei, afirmó con atronadora ignorancia que “no fueron treinta mil desaparecidos”. Con esto, confirmó la línea ya marcada por su candidata a Vicepresidenta, Victoria Villaruel, dejando en claro que su partido busca retroceder la rueda de la historia y poner en jaque un consenso que la sociedad argentina cerró hace muchos años.
Obviamente, los negacionistas no buscan ser convencidos por datos y hacen oídos sordos a cualquier incógnita sobre el plan sistemático de exterminio ejecutado por la última dictadura cívico militar siendo esta justamente resultado de un mecanismo ilegal, rastrero y clandestino desplegado desde el 24 de Marzo del 76. Un plan tal vil que ni siquiera garantizó a los familiares de sus víctimas un lugar donde poder enterrar a sus seres queridos, llevarles flores y procesar el duelo.
La intención de esta nota lejos está de dar una respuesta a dicho comentario. Para quienes les interese informarse, abundan estudios sobre la amplitud y profundidad del plan genocida de la última dictadura así como la razón por la cual el informe de la CONADEP -realizado en una incipiente democracia puesta en jaque varias veces por la casta militar tan del agrado de su candidata a Vicepresidenta- no pudo brindar datos más de fondo en su oportunidad.
Lo que nos parece importante es centrarnos en otro punto, lejos de los horrores de la mesa de tortura y los centros clandestinos de detención. Es necesario entender el proyecto económico de la dictadura militar para poder apreciar las razones por la cual la Libertad Avanza decide volver a instalar este tema. La desaparición de referentes políticos, sociales, culturales y sindicales (aquellos que garantizan tus derechos como trabajador) no fue el objetivo directo de la dictadura sino que constituyó un requisito para desarticular cualquier intento de protesta y resistencia por parte de la sociedad argentina para implantar finalmente un plan económico neoliberal en la Argentina.
Todos sabemos los resultados económicos de la dictadura genocida: desempleo, desindustrialización, pérdida de derechos y una atroz deuda pública surgida de la nacionalización ilegitima de la deuda privada de los bancos.
Es infantil evocar la nostalgia de una Argentina potencia como a principios del siglo XX. Ningún país que sea potencia vive únicamente de la exportación de granos y hacienda. Es preciso comprender que el modelo de país que destruyó la última dictadura militar estaba en un carril de desarrollo industrial y distribución del ingreso al cual nunca nos pudimos volver a subir. Por lo tanto, es evidente que estos guiños a la dictadura militar son un mensaje nítido dirigido al poder fáctico a fines de mostrar cual es en esencia su plan económico. Recetas ya probadas en el país. Recetas de ajuste, pobreza, hambre y pérdida de derechos. Recetas que indefectiblemente vienen condimentadas con la mayor dosis de represión posible.
No nos engañemos, Milei no está discutiendo historia sino adelantando un proyecto económico que ya sufrimos y que como sindicato de ningún modo podemos aceptar su reivindicación.
Excelente nota NUNCA MAS es NUNCA MAS
seguimos exigiendo que se abran los archivos no olvidamos no perdonamos y no nos reconciliamos!
#son30000
Fue Genocidio!
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